14 de mayo de 2012

Declaración de universitarios contra la minería a cielo abierto- UNT- Tucumán, 2012


 
Los abajo firmantes, docentes, estudiantes, egresados, no docentes, y demás miembros  pertenecientes  a  la  Universidad Nacional  de  Tucumán, comprometidos  con  la  misión  universitaria  de  cultivar  los  saberes  de  las humanidades,  las ciencias,  y  las  artes;  y  convencidos,  a  la  vez,  de  nuestra  vocación  de  servicio  a  la  comunidad  nacional  a  la  que pertenecemos,  en salvaguarda de los bienes naturales, materiales y culturales, declaramos:
1.  Que la explotación minera a cielo abierto es una actividad que pone en crisis la biodiversidad por la elevada contaminación que acarrea; por el uso intensivo de recursos escasos como el agua y la energía, y por la altísima depredación de la geografía, el paisaje y las vías de transporte.
2.  Que  esa  actividad se realiza con inexplicables ventajas  económicas  y tributarias,  a  favor  de  empresas  megamineras transnacionales.  En tiempos en que la presión impositiva avanza sobre el patrimonio de los ciudadanos, la explotación de los recursos naturales mineros se realiza en condiciones de expoliación y saqueo. 
3.  Que la completa desvinculación con el aparato productivo nacional, el claro detrimento de otras actividades económicas, la escasa mano de obra directa que emplea y la continuidad de la pobreza y el clientelismo como  forma  de  sustento,  son algunas  de  las  causas  que  justifican  el
rechazo  popular  al  actual  modelo  minero  vigente  en  nuestro  país, expresado en diferentes ciudades del norte argentino como Famatina, Belén, Tinogasta y Andalgalá. Rechazo que alcanza, por otra parte, a políticos, universitarios y otros funcionarios municipales, provinciales y nacionales que son cómplices de dicho saqueo.
4.  Repudiamos que este proceso de expresión popular no sea escuchado por los gobiernos provinciales que dicen representarlos, ni tampoco por las  autoridades  universitarias;  y  rechazamos  asimismo  su  actitud  de connivencia  con  las mineras,  negando  y  tergiversando  información  o adulterando informes con el fin de dar vía libre a la explotación perversa de recursos que nos pertenecen a todos los argentinos.
5.  Reivindicamos que -haciéndose eco del debate abierto en torno a este tipo de explotación- una importante cantidad de unidades académicas y casas  de  estudio  hayan  rechazado  los  fondos  que  por  ley  Minera  La Alumbrera –YMAD destina al sistema universitario nacional.
6.  Como  universitarios  tucumanos  –de  la  universidad  nacional  y  pública- afirmamos además que, a pesar de las importantes sumas de dinero que la Universidad ha recibido de ese emprendimiento minero, uno de los más grandes de Latinoamérica, ninguno de sus problemas estructurales ha  sido  solucionado.  Al  tiempo  de  esta  declaración,  la  UNT atraviesa una  nueva  crisis  económico-financiera  con  un  inexplicable  déficit  operativo.
7.  En  ese  marco  referencial,  es  dable  destacar  que -transgrediendo  en muchos casos las normas de administración financiera del estado- esos fondos sólo financiaron obras menores con sobreprecios escandalosos, actualmente  investigados por  investiga  la  justicia  federal.  Idénticas consideraciones  pueden  realizarse  sobre  las  “inversiones”  en  cuevas financieras que la Universidad ha realizado con fondos provenientes de la  explotación  minera,  que  también  están  siendo  investigados por  la justicia.
8.  Se configura así un marco en el que las condiciones de saqueo de los recursos naturales de nuestro país aparecen rodeadas, en nuestra Alta Casa de Estudios, de injustificables hechos de corrupción que atentan, desde el interior de la UNT, contra el legado de Abel Peirano a nuestra universidad.
9.  Exigimos que estos legítimos reclamos sean prolijamente considerados por el gobierno nacional y las autoridades universitarias, de manera de revertir  la  actual  política  de  promoción  y  estímulo  a  la  instalación  de proyectos de megaminería.
10. En consonancia con el reclamo popular de las localidades movilizadas, nos  manifestamos  enérgicamente  en  contra  de  la instalación  y continuidad  de  estos  megaproyectos  mineros  a  cargo de  grandes empresas  extranjeras,  en  tanto  atentan contra  cualquier  tipo  de desarrollo popular autónomo; se apropian de la renta colectiva; niegan los valores culturales de las comunidades originarias y ponen en riesgo todo  tipo  de  vida;  saqueando  nuestros  recursos  y  dejándonos  la contaminación.
11. Como  miembros  de  una  institución  educativa  pública,  asumimos  el compromiso social y ético de acompañar el reclamo de las asambleas populares, repudiando el extractivismo que sólo busca la maximización de la ganancia a costa de la pérdida de los derechos más elementales de las poblaciones. 
12. Exigimos  un  modelo  económica  y  ambientalmente  sustentable  de producción y desarrollo, que garantice una razonable distribución de sus frutos no sólo para la presente generación de argentinos, sino también para  las  futuras.  Repudiamos  el actual  modelo  extractivista  que  sólo pone  énfasis  en  el  lucro,  con  el  agravante  de  las  probadas  ventajas comparativas sin  riesgo  empresarial  con  que  cuentan  las  empresas trasnacionales para realizar tareas que están prohibidas en sus países de origen.
13. Por  ultimo,  hacemos  un  llamado  a  todas  las  organizaciones  sociales, gremiales  y  políticas  que  sientan  orgullo  de pertenecer  a  nuestra universidad,  y  estén  dispuestas  a  coordinar  acciones  conjuntas  para detener  estos  emprendimientos y  promover  un  modelo  productivo nacional  sustentable,  construido  en  consonancia  con  las  expresiones populares  que bregan  democráticamente  por  un  presente  y  un  futuro mejor  para  el  pueblo  argentino.  Los  universitarios tucumanos  abajo firmantes consideramos una obligación moral defender el rico patrimonio de  la  UNT  puesto  en  riesgo  por  las  políticas universitarias  aquí cuestionadas.  

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